Dia 3, Gradas y mas gradas.

Inka Trail (Cuarta parte)

Una crónica por Oscar Moya

El día tres aconteció con un poco mas de calma, solo la levantada anunció lo pausado de este día, por mucho, el más pintoresco de nuestro Inka Trail.


Nos levantamos «tarde» 5:00 a.m. té de hojas de coca para despertar, baño con toallas húmedas y listos para el desayuno, nuestro guía Rodolfo ya nos había indicado que este día era uno de los más hermosos del camino Inka, y bueno no se equivocaba el amanecer desde nuestra tienda fue impresionante.  Solo abrir la tienda permitía ver el imponente paisaje que nos ofreció la tierra del Tahuantisuyo, al frente recortada en la base por la cálida luz de la aurora, se levantaba apacible parte de la cordillera de los Andes, llamada Vilcabamba,  iniciaba un color azulado pálido y luego cambiaba a amarillo y naranja un poco más arriba, hasta coronar con cúmulos de nieve enrojecidos por el amanecer que se enrrollaban en suaves remolinos ofreciendo un espectáculo de paz y fuerza que solo las montañas pueden hacer, el cielo de un celeste pálido anunciaba el día que estaba por comenzar.  No puedo imaginar que pensarían los nobles de Pachacute al ver ese amanecer y sentir un frío que cala los huesos, seguro paz, temor, alegría o todos los sentimientos juntos.
Nuestro desayuno estaba servido, es el día 14 de setiembre, víspera de la celebración de nuestra independencia, es un día especial es un día que los 12 ticos nunca podremos olvidar.


Chicos, nos dijo nuestro guía, hoy es uno de los días más bonitos del camino veremos muchos restos arqueológicos y un paisaje del cañón del río Wrubamba espectacular, a lo lejos podremos ver el poblado de Aguas Calientes siempre y cuando la Pachamama nos lo permita así que adelante tomemos el camino.  Rodolfo, nuestro guía omitió decirnos algunas cosas.  A Ud. que lee esto debo decirle, si nunca ha hecho el Inca Trail, puede estar seguro que siempre tendrá un sorpresa lista para usted todos los días y hoy no sería la excepción.


Para ver cualquier maravilla debes pagar un precio, en esta ocasión las rodillas fueron las sacrificadas, debimos descender gradas muuuuchas gradas creo que mas de 6.000 gradas talladas en piedra que bajan y suben, que marchan con la montaña al flanco izquierdo y el  precipicio a la derecha; increíble que solo meses después pueda tener conciencia de ello; las gradas atraviesan la montaña por sus lados por sus pequeños valles y en ocasiones por sus entrañas en cortos túneles tallados en la piedra, esta gente definitivamente tenía un conocimiento y unas habilidades increíbles, en fin las gradas continúan sin parar, pero siempre gradas, gradas, muchas gradas.  Recuerdo cuando mi hermana argentina Cristina me dijo en una ocasión,  p… madre gradas y mas gradas me persiguen las gradas :o)


Bien, al fin llegamos Runkuraqay, el segundo paso a 3,800 msnm el cual es una edificación amurallaba  con pequeños aposentos que talvez fueron para descansar, incluye también puestos de vigilancia que dominan el camino a ambos lados, colocado estratégicamente en la saliente de una pequeña colina que permite ver a gran distancia el paso de cualquier persona que pise ese sendero.


Seguimos las gradas y luego cogimos un sendero llano, por primera vez en tres días tuvimos camino plano, un pequeño pasto mojado y con bolitas de hielo adornaban el camino y nos recordaban el agua nieve del paso de la Mujer Muerta.


En esta etapa de la marcha llegamos a una pequeña laguna un tanto oscura, de tipo morrena, de esas que  se forman como producto de deshielo, Yanacocha (La Laguna Negra) creo que es su nombre, luego de ese pequeño valle, de nuevo las gradas, avanzamos por cerca de 5km más, el día tres es el más largo del viaje pero ofrece gran cantidad de cosas para ver, Rodolfo nos dice constantemente vamos chicos ya casi llegamos al punto de descanso es un lugar para hacer las fotos si la Pachamama permite.


Mmm creo que ha este punto los doce ticos como quien dice, «…le caímos bien a la montaña» el cielo aclaró, la leve niebla se disipó y llegamos a un lugar llamado Sayaqmarka, creo que este es uno de los lugar más impresionantes del Inka Trail, al llegar, una llama en la ladera nos da la bienvenida, tranquila pastaba y así permaneció, hasta se tomó fotos con Anita que estaba encantada con el paisaje, al frente de Sayaqmarka el cañón impresionante del río Wrubamba simulaba una gran serpiente de kilómetros de longitud, el sol entraba de un lado en  las grandes montañas, el viento, la paz, la luz, el sentimiento por la grandeza son incomparables en este lugar, es un lugar tan impresionante que aunque grites no se puede perturbar el silencio, las murallas perfectamente talladas en piedra, las fuentes de agua y sus canales armonizan con la montaña y parecen como obras más de la naturaleza que de los hombres, es en estos detalles que se puede ver el respeto por la naturaleza que tenían esos constructores antiguos.


Luego de disfrutar de ese lugar, continuamos al siguiente punto de visita, eran cerca de las 3 de la tarde y Rodolfo en un cruce nos dice, chicos nuestro punto de acampada esta delante a unos treinta minutos, pero también tenemos a la izquierda los restos arqueológicos de Phuyupatamarca, si hacemos ese desvío podemos tardar 1 hora o un poco más al campamento, la decisión es de ustedes, con la paciencia y la prudencia de la cual carezco dije inmediatamente, si estamos aquí como no vamos a ir, dije al grupo de aldelecr, y también con la prudencia de los doce ticos todos dijeron, claro vamos a Phuyupatamarca a eso vinimos, jaku jaku dijo nuestro guía Oscar, que significa, vamos vamos.


Al cabo de un rato llegamos a la edificación que al igual que las demás tenía una estructura impecable solo con una pequeña diferencia, sus fuentes de agua, totalmente funcionales tenía diferentes niveles finamente decorados en sus bordes, según nos explico nuestro guía eso se debía a que posiblemente fue un lugar de de meditación o purificación o talvez un punto de peregrinaje de nobles de Pachacute, fuera como fuera es un lugar donde no se escucha más ruido que el de una pequeña brisa que de cuando en cuando agita las hojas de los pequeños arbustos propios de la vegetación del Páramo, o el agua que corre a lo largo de la construcción, yo creo que yo podría darle una definición personal creo que ese lugar es un sitio de mmmm, como la llamaría, de sanación espiritual.


El día tres terminó con la gran calma que inicio, llegamos a nuestro campamento, descansamos comimos algo y luego a cenar, la cena fue una cena de sorpresas nuestro cocinero Mateo nos preparó un delicioso pastel para festejar nuestro viaje, esa noche nuestro equipo del Inka Trail se despidió entre aplausos, abrazos, apretones de manos y un enorme agradecimiento nuestro, los muchachos del apoyo logísitico ya no nos acompañarían más, ellos tomaría otra ruta hacia el tren para regresar a sus casas por un merecido descanso con sus familias.  Fallaría a la verdad si no dijera que el éxito del viaje en gran medida recae en el trabajo de esta gente cuya disposición y entrega al trabajo son enormes.


Como ya mencioné este día es 14 de setiembre y como bien decimos en nuestro país «…donde esté un tico esté donde esté hay libertad…», ese hecho no podría pasar inadvertido, yo de manera clandestina me llevé unas banderitas para mis compañeros de aventura y unos presentes para nuestros guías. Antes de la entrega entre sonrisas tomé la palabra y recordé todo lo que habíamos aprendido del pueblo peruano, su valentía, su respeto por la naturaleza, su inteligencia, sus destrezas y muchas cosas más.  En ese momento también recordé lo valiente de nuestro pueblo tico el sacrificio de sangre, sudor y lagrimas que muchos de nuestros antepasados hicieron para darnos esta tierra bella y feliz que llamamos Costa Rica, entregué las banderitas y cantamos entre lagrimas y sonrisas la patriótica costarricense a manera de homenaje por esos ticos que nos dieron la libertad, la soberanía y el orgullo que estamos obligados a mantener, libertad tal, que nos permitió emprender esta aventura.


El día tres terminó nos fuimos a dormir llenos de recuerdos e imágenes nuevas, Daniel y yo conversamos alguna que otra babosada mientras hacíamos las notas del día, hice mis apuntes y las reflexiones del equipo que siempre me acompañó en cada sendero y luego a dormir, el día más largo del Inka Trail había terminado.


Día 4 Machu Piccchu

3 comentarios sobre “Dia 3, Gradas y mas gradas.”

  1. Oscar tus relatos siguen emocionandome:lo que hemos vivido creo que no tiene precio,cada palabra, comentario me hace revivir esos dias, cuanta felicidad, y tambien ufa!!!como me dolia la rodilla la p.. madre!!, no se de donde saque tanta fuerza, pero no me iba a volver tenia que seguir a cualquier precio, pero valio la pena..Te digo que esta para imprimir todo estos comentarios, es un libro abierto.- FELICITACIONES!! Quiero el final espero sea pronto, para terminar de llorar, y hacer de cuenta que estoy alli en el Machu Pichu….Cristina

  2. Maravilloso relato Oscar, claro que recordamos con un cariño impresionante ese tercer dia, las subidas al principio, los descansos con la ropa tendida para ver como y que secabamos despues de la lluvia del dia 2, el almuerzo temprano. Recordamos a cada uno de los compañeros de viaje con sus propias vivencias, a Cristina mujer valiente y decidida.

  3. Una jornada maravillosa e inolvidable Oscar. Definitivamente valió todo el esfuerzo. Tu relato, al igual que los anteriores es muy agradable y cautivante. El evento de las banderas y de la patriótica me encantó, pues creo firmemente que Costa Rica es extraordinaria. Esto se aprecia aún más cuando uno se encuentra en otro país. Felicidades de nuevo, me gustó muchísimo esta narración. El recordar mi asombro cuando ví ante mí Machu Pichu y luego cuando la recorrí, hace que sienta un gran apremio por conocer a través de la próxima narrativa tu propia vivencia. Ligia

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