Inka Trail (Quinta parte)
Una crónica por Oscar Moya
El último día del Inka Trail ha llegado, y como ya antes he dicho cada día tiene su sorpresa, hora de despertarnos y ponernos en pié 3 de la mañana hora de Perú, nuestros guías Oscar y Rodolfo recorren el campamento diciendo, “… vamos chicos rápido preparen sus cosas tenemos una hora para partir, preparen su equipaje sus mochilas necesitamos desmontar las tiendas y desayunar lo antes posible tenemos muchos grupos al frente y atrás, no podemos demorarnos, vamos rápido por favor, revisen sus tiendas no olviden nada, el campamento se va…” fue una agitación y una algarabía que nos contagió a todos sabíamos que algo pasaba pero no sabíamos que era.
Tomamos un desayuno ligero, muy ligero, era temprano y no se podía comer mucho, café o chocolate, té de coca, galletas y algo similar a un cereal, todos listos escuchamos atentos las indicaciones de los guías. Chicos, dice Rodolfo, el camino Inka está lleno de grupos, los primeros en llegar serán los primeros en salir debemos estar en la puerta antes de las 5 de la mañana, iremos a un paso un poquito más rápido, todos listos en la puerta Oscar y yo nos encargamos del pase de entrada, nadie, nadie se adelanta al grupo.
Dicho esto iniciamos el último día del Inka Trail el paso del grupo fue muy intenso, salimos con una leve llovizna de madrugada, llegamos al puesto de entrada de Machu Picchu por la sierra por el sector sur oeste del parque, esta zona solo la conocen los que hemos hecho el Inka Trail, es una especie de embudo que conduce a un solo portón que tiene una V donde solo puede entrar una persona a la vez. Una tipo de “galerón abierto” y un portó marcan la entrada.
4:30 a.m. el pequeño galerón está repleto de personas, los grupos se aglomeran conforme van llegando, a comenzado un aguacero, como decimos en tiquicia “… de madre” los grupos presionan por una poco de refugio por el aguacero, nuestro grupo está a la delantera somos, creo, el número 3 o 5, está muy oscuro y hace frío, no sopla el viento pero está muy frío, todos con equipo de lluvia listos, ponchos, jackets, sombreros impermeables listos para la partida, en este punto todo es expectativa, hacemos algunas bromas conversamos, pero todos a nuestra manera tenemos la adrenalina al tope, el estómago se siente mover, el pecho quiere reventar, la emoción va contagiando uno a uno. Luego se hace un silencio en los grupos de adelante hacia atrás, se enciende un pequeño bombillo cerca del portón, y se escuchan exclamaciones de júbilo en francés, chino, alemán, inglés y por supuesto uno gran eeeeeeeeeeeso que sale del pecho de los 12 ticos.
Un grupo con franceses pasa al frente luego, italianos y otros más, vemos nuestro guías luchar por nuestro espacio, pasaportes y reservaciones del camino Inka en mano han conseguido la entrada, escuchamos a Rodolfo cerca del portón, “…. Grupo infocusco tenemos el paso, vaaaaaaaaamonos,” Oscar al final del grupo grita “ jaku, jaku, vamos Costa Rica, vamos Argentina a Machu Picchu”, llegamos al portón los 12 ticos y nuestra hermana argentina, nadie se queda, dijo Rodolfo, al paso chicos, vamos con fuerza los primeros kilómetros.
Esos primeros kilómetros jamás los podré olvidar, el paso fue violento la adrenalina me mantenía mareado, creo que a todos, caminamos a un ritmo fuerte, se sentía el desgaste acumulado, caminamos un kilómetro, dos, las nauseas se hacían presentes, la falta de glucosa y líquido pasaban la factura a todos. Pedí a Rodolfo una pequeña parada para revisar mi equipo de rastreo satelital “Spot”, que mala suerte me quedé sin baterías, y no encontraba las de reserva, Enaldo me dio las de su lámpara que funcionaron por un rato.
En este punto me preguntó Daniel, Oscar tienes algo de azúcar y yo dije, turrones de maní, uno por fa, me dijo, saqué dos uno para él y otro para mi, Guillermo Pacheco estaba muy cerca de mí y me dice, mae, me voy a vomitar, yo le dije tranquilo tome mi turrón, y nuevamente saque otro para mí. Reanudamos la marcha, en eso escuche la voz de Daniel que me dice mae, este es el turrón mas delicioso que me he comido en toda mi vida, Pacheco se reía atrás y decía, Dani tiene razón sabe a gloria.
Seguimos la marcha y al cabo de un rato amaneció, vimos el grupo de Francia adelante y uno a uno se fueron deteniendo en las gradas que subían sin parar, los ticos pasamos al frente de ellos, marchamos al número 3, el paso corto y constante de los 12 ticos daba su recompensa ahora, como escarabajos subimos sin parar, nuestro entrenamiento nos llevó en excelente condición.
Vimos adelante como el camino de gradas y senderos pequeños seguía al costado de la montaña, siempre la montaña a la izquierda y vista a la derecha, es como caminar por una acera de 1 metro que se eleva en ocasiones hasta no ver el fondo de la caída, de pronto cruza por entre la montaña y luego regresa a su costado.
La lluvia poco a poco fue disminuyendo, hasta convertirse en un leve chubasco y luego a una densa neblina matutina, vamos chicos, dijo Rodolfo, estamos cerca de la puerta del sol, a eso de las 7 de la mañana llegamos a una pequeña plazoleta, y unos cuantos cientos de metros al frente estaba Inti punku (puerta del sol) que son unos restos arqueológicos grandes que cuelgan en la cara de la montaña, que al igual que los demás tienen su historia. El guía nos dice Chicos al frente tendríamos una gran vista de Wayna Picchu pero la niebla no permite ver nada sigamos bajando y en la puerta del sol paramos a ver que dice la Pachamama.
Seguimos hasta Inti punku, y la niebla no cedió, dos grupos estaban en ese lugar y hacían algunas fotos, nosotros hicimos lo mismo, y la niebla no cedió, un descanso, unas barritas de cereal, hidratante y de pronto con la paz y el silencio que caracteriza este lugar la niebla comenzó a arralar, vimos una montaña redonda que se recortaba a lo alto de la niebla, Wayna Picchu dijo Rodolfo, señalando lo alto de la niebla, todos miramos y de pronto como si una brisa soplara, la niebla disipa, y poco a poco se divisan pequeñas filas de construcciones, una especie de techos, casas, ventanas, senderos que serpentean en la loma de una gran montaña, verdes, gris, blanco, y rojos son los colores de las construcciones, ante los 12 ticos se presentó el gran Machu Picchu en toda su majestad, como dandonos la bienvenida la Pachamama nos dice para esto vinieron, el día es de ustedes, el cielo despejó salió un cálido sol matutino. Nuestros ojos liberaban lágrimas de felicidad, en este punto el pecho se quiere reventar, abrazos, para todos los presentes y para los que no están con nosotros y recuerdo unas palabras en boca de todos en silencio, lo logramos, lo hice, estoy en una de las maravillas del mundo…. Solo nos separan 2 km de poner nuestros pies en la construcción finalizada por Pachacute.
Las almas libres que experimentan estos retos pueden entender lo que se siente, la satisfacción, la alegría y la emoción por ver coronado un proyecto, un viaje, un objetivo; hicimos algunas fotos y comenzamos el descenso, al cabo de un rato estuvimos en la entrada de Machu Picchu nuestros guías nos indican donde guardar las mochilas y donde esperar nuestra visita guiada por la gran maravilla del mundo.
Ya listos nuestros Guías Oscar y Rodolfo nos conducen a un lugar para poner marchamos a nuestros pasaportes de ingreso, todos listos iniciamos nuestro recorrido por la gran ciudad, Machu Picchu es un lugar especial es inmenso sus calzadas y edificios son de una perfección única el ajuste de los enormes grupos de piedras no puede ser mejor, la distribución del lugar, los detalles cubiertos uno a uno son intachables. Nos es contada la historia y descritas las teorías sobre ese lugar, que podría ser un lugar de retiro, un lugar de descanso o una especie de universidad, sea como sea el lugar es muy apacible; la separación de las viviendas de los nobles y los trabajadores se nota solo con el paso de una calle.
La perfección de los acoples de piedras del templo del sol son impresionantes, no existen una sola fisura o rendija que no esté cubierta, las piedras están pulidas a un punto tal que son agradables al contacto de nuestras manos, la orientación y construcción de los edificios permiten tanto la entrada de luz como de la fresca brisa de la mañana, el punto más alto del lugar está coronado por un piedra en forma de obelisco pequeño que apunta al cielo como invocando el regreso de sus épocas de gloria.
Caminamos por sus calles recorrimos cada rincón, no queríamos perdernos nada aun sintiendo el peso de la recorrido hecho que ya corona los casi 50 kms. nos apartamos a una especie de plazoleta que aún contaba con piedras de cantera sin cortar, muestra que Machu Picchu aún no ha sido terminada, nos quedamos un rato a descansar en ese lugar, tiempo propicio para reflexionar sobre nuestra travesía. En este punto de nuevo me retiré y pensé como sería el lugar con su gente con los trabajadores que van y vienen los chicos con sus bullas características, algunos jugando con algo a manera de pelota y otros posiblemente jugando a ser guerreros porque ya las noticias de la invasión que los arrasará han llegado, el Inka poderoso sentado pensando alguna estrategia futura, planes de construcción y proyectos de una mejor vida para sus súbditos, o talvez pensando en el futuro que ya no tendrán.
En estos momentos también pensé en mi equipo, en mis compañeros de viaje, cada cual con sus expectativas, sus metas y sus miedos, ahora que este enigmático lugar ha sido abordado por aldelecr me siento orgulloso de lo logrado no lo podría siquiera imaginar hace un año atrás. En este gran viaje he aprendido mucho, recuerdo cada obstáculo, cada esfuerzo, cada lágrima y cada gota de sudor por conseguirlo, no me cabe duda que para todos a valido la pena porque sé que a los seres de montaña nos encantan estos sacrificios y a nuestra manera disfrutamos el cansancio. Aprendimos mucho del pueblo de Perú, sus tradiciones, su amor por la naturaleza y hasta nos enseñaron a brindar un trago con la tierra; aprendimos a vencer nuestros miedos, nuestros límites y a ponernos cada vez metas más ambiciosas, creo que eso es lo que nos hace humanos.
Machu Picchu ha sido todo y más de lo que esperamos, la Pachamama nos ha permitido vivir la experiencia que solo un puñado de personas emprenden cada año, la magia de ese lugar vivirá en nosotros por siempre, como ya he dicho, Dios ama las almas libres y nos ha permitidos recorrer el gran Inka Trail, y estoy seguro que pronto tendré un nuevo relato desde algún otro lugar que aún no se ha definido, se que la fuerza creadora nos indicará el momento y el lugar cuando sea preciso.
A usted que al menos ha tenido la voluntad de leer este relato me atreveré a darle un consejo, póngase una meta, crea en ella, crea en usted, nunca es tarde para coronar un sueño o un deseo, invierta en experiencias y no en cosas, en experiencias buenas que lo hagan encontrar la esencia suya en lo más profundo de su alma, de su conciencia le garantizo que no se arrepentirá, todo sueño se puede cumplir solo se lo tiene que creer.
No puedo terminar mi relato sin agradecer particularmente a muchas persona que hicieron posible esta aventura, por supuesto, en primer lugar a Dios por acompañarnos y darnos la salud y la fuerza necesarias para recorrer de principio a fin el Inka Trail, a nuestras familias por creer en nosotros y por darnos su apoyo, algunas veces no tan convencidos de nuestras metas pero tampoco nos desalentaron a hacerlo, a doña Olga Vindas la encargada de la logística del viaje, a la gente de Infocusco, Geovanna, Rodolfo y Oscar y a todo su equipo de apoyo, a todos los compañeros de viaje por creer en mí para organizar esta aventura y claro que a Cristina, la argentina ;o) por enseñarnos lo que la determinación, el valor y el instinto primitivo, la fuerza de voluntad, puede hacer.
En especial quiero dar las gracias a mi papá quien me heredó su sangre, su valor, su determinación y la confianza en uno mismo, él que ha partido al lado del altísimo se que ahora podrá acompañarme siempre, marchará a mi lado y me observará en lo alto en una gran estrella que siempre arderá al sur indicando inagotable mi camino, mi ruta, mi senda.
El año 2011 y el Inka Trail han pasado nuestros recuerdos han quedado grabados en nuestra mente para siempre, las vistas están quemadas a fuego en nuestras retinas, el Inka Trail fue de lo mejor y más aún nos ha enseñado que podemos cumplir retos mayores. Síganos y pronto nos verá en otra gran travesía que nos llevará a lugares increíbles de los cuales ya estamos hablando, Centroamérica, América del Sur y posiblemente el viejo continente africano serán nuestras metas, hemos pasado el límite de 3828 msnm, en Costa Rica ahora toca sobrepasar 4200 msnm de Perú. Pronto estaremos a mas de 5.000 msnm y por qué no a mas altura.
Esto es lo soy, aquí es donde quiero estar y no pierdo nada si sigo los sueños que mi alma anhela.
Oscar Moya A.
Hay Oscar!!, me seguis asombrando y emocionando con todos tus relatos y cronicas de lo vivido en CAMINO INCA.,te puedo asegurar que ya podés escribir un libro..
Dicen que en la vida hay que tener un hijo!,plantar un arbol!y escribir un libro!
Es el momento no lo dejes pasar,da gusto leer tus comentarios,como describis cad detalle de lo vivido.Gracias por destacar mi determinacion y valor e instinto primitivo, me siento identificada con eso., yo solo queria hacer Camino Inca!!, no me importo nada de todo lo que me dijeron,no podes hacerlo, estas loca,tenés 60 años,no estas entrenad,prepard,tus rodillas,tu columna etc,etc,etc,,yo sabía que podia,pero tenia que demostrarlo,¡ojo! algunos si confiaban en mi, y me decian dale para adelante vos podés, no escuches!!!a los que no se tienen fé!!pero logre mi meta,y eso me hace más fuerte.-Gracias nuevamnete por poner una foto mia en el blog del grupo aldeles.-
A ti te digo que tu pdre siempre te acompañara en las alturas y en la tierra tmbn, no lo dudes.-
Gracias a todos por haberlos conocidos,cada vez que hable de Peru ahi estan uds,que los tengo en mi retina por siempre y para siempre.-
GRACIAS OSCAR POR HACERME VIAJAR AL MACHU PICHU, CADA VEZ QUE YO QUIERA.-
UN ABRAZO GRANDE DESDE ARGENTINA!!!!
Excelente detalle y manera de narrar tan extraordinaria aventura Oscar. Fue un viaje genial y como decís, para romper esquemas.
Un abrazo
Xinia
Exelente reseña, considero esta una forma muy clara para poder plasmar un poco de lo que pudieron vivir y además motivar para que muchas personas lo intenten.
Bendiciones.
He disfrutado cada capitulo del relato y realmente causa una emocion unica y mas aun si el que ha leido es una persona que ha ido muchas veces el camino del inca y como siempre digo nunca me cansaria de ir todas las veces que pudiera.
Muchas gracias por su confianza.
InfoCusco.
Mí querido y apreciado Oscar Moya, de todo corazón quiero darte las gracias por el valioso tiempo y esfuerzo que invertiste para recabar y escribir en 5 capítulos, de manera tan gráfica elocuente y pormenorizada, la crónica de ALDELE en el Camino Inka. Aunado a el esfuerzo y dedicación que nos regalaste con tanta abnegación, para liderar y desarrollar en equipo el majestuoso proyecto del “Camino Inka 2011”. Que tal y como lo describes en la crónica, estuvo pleno de mágicos momentos y detalles …y mejor aún vividos y compartidos con gente maravillosa, solidaria y especial del equipo de caminantes, así como a los acompañantes de viaje, guías, porteadores y demás facilitadores.
Gracias ya que la crónica, además de ser un canal para enseñar, compartir y motivar, para las personas que fuimos privilegiadas por ser parte de la aventura, nos servirá para preservar vivo los recuerdos por el resto de nuestras vidas.
Gracias Padre por toda la Creación, gracias Mari …mi bella esposa y compañera de aventuras y gracias ALDELE, por ser tan valioso instrumento para crecer y compartir, y para saborear y valorar a la «Pachamama» o «Madre Tierra», que no sólo es la tierra geológica, así como tampoco sólo la naturaleza; es todo ello en su conjunto!
Finalmente y no menos importante, a nuestros hermanos del Perú gracias por la hospitalidad, cordialidad y excelente trato …que bueno que somos latinos!
adjunto un parte de un correo que recibí de Cristina.
Al fin tengo noticias de uds. me emocione ver este email, no lo podia creer, 1º mi más sentido pesame por tu papi, la vida es asi y hay que continuar.-
Sigo tu itinerario y vuelvo a Peru cada vez que lo leo, es increible tus palabras, relatos de cada instante, de cada lugar, de cada palabras de los guias, estabas atento a todo!!!, yo ya no me acuerdo los nombres relargos y dificiles de recordar.-
…me quedaron ganas de subir el Wayna Pichu para cuando vuelva a Peru, ojala asi sea.-
Oscar te mando una fuerte abrazo como el ultimo que nos dimos, y a todos los cumpas, siempre recuerden, que los tengo en mi corazon, no los olvidare jamás !!! y gracias por escribirme y deciles a los otros que no sean vagos y manden algun email…
BESOS A TODOS CRISTINA
Bella… bellísima crónica de lo vivido.. recordar este viaje hace que se dibuje una sonrisa en mi rostro y llene de satisfacción y orgullo mi espíritu.. lo que vivimos ahí no tiene precio… y si de agradecer se trata.. pués estoy eternamente agradecida… con Dios x dotarme de todos los recursos necesarios:… salud, entusismo, esfuerzo…, un marido que me ha apoyado y acompañado a más no poder…, unas hijas maravillosas que nos creen un coso locos pero aún así nos apoyan y hasta disfrutan de nuestras experiencias, un líder de equipo como Osquitar … estamos conscientes de que esa aventura se la debemos a él… sin su capacidad de organización, paciencia y motivación… ese viaje no hubiera sido posible… y un grupo de compañeros y amigos que se divierten al máximo caminando juntos… ójala Dios nos depare muchas oportunidades más de compartir aventuras!!!!!
Oscar, muy buena crónica 🙂
Lo felicito,me has trasladado a Machupicchu sin utilizar ayahuasca.JEJEJJEJEJJE
Nos estamos hablando,
Qué lindos recuerdos nos trae el Inka Trail, Machu Picchu y todo lo vivido en Perú, fue un viaje maravilloso que compartimos todos los que tuvimos la bendición de Dios de poder completar, gracias al creador por esta experiencia, a los organizadores, a todo el equipo de Aldele, a nuestras familias por su apoyo y si Dios quiere podremos en el futuro compartir nuevas experiencias y completar nuevas cumbres en nuestras vidas!.
Qué magnífica e inolvidable experiencia Oscar, Machu Pichu es sencillamente impresionante. Estoy completamente segura que esto será el inicio en tu vida de muchas , aventuras maravillosas en otros lugares del mundo; pronto se irán definiendo esas rutas futuras y con ese espíritu tuyo, determinado y valeroso,como el de tus padres y abuelos, todas serán asumidas con éxito. Te felicito de nuevo por todo lo emprendido y logrado, espero que me sigas compartiendo estas experiencias tan hermosas, siempre tendrás en mí a una lectora deseosa de leer y disfutar tus escritos y a una amiga que te aprecia mucho.Ah… y no me cabe duda alguna que tu papá está muy orgulloso de vos y que siempre estará a tu lado guiándote y cuidándote.